Toño finiquita al Trujillo

Goles: 0-1 (m.7), 0-2 (m.21)

El Montehermoso sigue rompiendo pronósticos y se afianza aún más en la segunda plaza tras la gran victoria conseguida el pasado Jueves Santo en el Municipal “Julián García de Guadiana”. Dos golpes de gracia de Toño, omnipresente en todo el encuentro, acabaron por dilapidar las esperanzas del conjunto de la ciudad de Trujillo que, bien es cierto, hizo muy poco para intentar sacar algo positivo frente al 2ª clasificado.

El partido comenzó parejo para ambas escuadras, pero muy pronto se empezarían a ver los destellos de uno y otro equipo, además de las intenciones de cada uno. Y de este modo, serían los de Montehermoso quienes abrieran la lata. Toño se saca de la manga una gran “folha-seca” desde fuera del área, que pilla al portero local adelantado. Éste, reculando hacia atrás, no consigue tocar el balón, acabando éste en las redes y calcando prácticamente el tanto que el mismo protagonista consiguió en el partido de ida en Montehermoso (0-1, m.7).

Tras el gol, el Trujillo, lejos de reaccionar lo que consiguió fue que el Montehermoso se hiciera con el mando del partido y acabaran por sucederse nuevas ocasiones de gol. Así, poco después, una falta colgada al área por Luismi desde la derecha acaba en las redes de nuevo, también por medio de Toño, quien la peina hacia atrás ante la salida del meta trujillano (0-2, m.21). De este modo, el partido se le ponía de cara al conjunto del Alagón. Por su parte, el Trujillo sólo avisaba enviando balones colgados desde la portería hasta su delantero, muy sólo durante todo el encuentro, con lo que Elías no advirtió mucho peligro de aquí al final del primer acto.

La segunda mitad comenzó como la primera, con dominio rojillo, pero la relajación momentánea en el marcador acabó por dar algo de protagonismo al Trujillo, quien sin crear auténticas ocasiones, empezó a tener el balón, viendo que el partido se les escapaba. Aún así, el Montehermoso tuvo también el esférico en su poder, y pudo haber sentenciado el partido si Luisma no hubiese mandado, inexplicablemente, el balón por encima del larguero cuando lo más fácil era introducirla en la portería. Después, el Trujillo lo intentó con balones colgados pero sin éxito, a excepción de, prácticamente su única ocasión clara de gol. Un jugador trujillano lanza un impresionante zapatazo a la portería de Elías, que mete una mano imposible para despejar lo que todos cantaban como gol. De aquí al final, ambos equipos lo intentaron pero el marcador ya no registraría más cambios.