El árbitro “destroza” el derby

3 - 2

El árbitro se empeñó este domingo en ser el protagonista de un derby que se presumía como un gran partido, pero que acabó convirtiéndose en un auténtico espectáculo teatral, donde el Coria fue el más “listo” y nos deleitó, una vez más por desgracia para el fútbol, con su juego mísero y piscinero, que tanto le sirvió la temporada pasada.

Empezaría mal el partido muy pronto para los visitantes, que salieron excesivamente dormidos y confiados por enfrentarse a un rival “teóricamente” superior. Sería cuando, tras una indecisión rojilla, un delantero cauriense se planta solo ante Elías, al que bate de hábil disparo cruzado (min. 5). Esto supuso un mazazo para las aspiraciones rojillas, aunque no sirvió para despertarlos, pues los envites rivales eran muy acusados y pudieron ampliarse en otra indecisión calcada a la del primer gol, que acabó en penalti decretado por el árbitro al derribar supuestamente Elías al delantero local. El auxiliar no vio tal y desechó dicho penalti, concediendo fuera de banda.

Pero poco después, si habría pena máxima para los locales. Sería cuando el árbitro, protagonista sin duda del encuentro, se inventa un penalti inexistente cuando Miranda despeja un balón junto a un atacante cauriense, que se deja caer, engañando al trencilla. El Coria no desaprovechó la ocasión y estableció el 2-0 (min. 27). Aquí si despertó el Montehermoso, que obtendría un pequeño premio a su esfuerzo cuando Luisma es derribado también en área local. El árbitro decreta penalti y César transforma engañando al meta rival y acortando distancias para los rojillos (2-1) a poco del descanso. Hasta el final de este primer combate, el Montehermoso encerró de manera agresiva en el área a los celestes y pudo incluso empatar, pero con escasa suerte y puntería.

La segunda parte empezó con los equipos más asentados, pero otra indecisión rojilla costó cara a los montehermoseños. Un delantero rival aprovecha la ineficacia visitante para desnivelar más el marcador y establecer el 3-1, tras batir a Elías prácticamente a placer (min. 57). Esto dio alas al Montehermoso, quien intentó de todos modos llevarse algún punto de terreno hostil. El Coria, por su parte, se dedicó a dormir el partido utilizando su tradicional juego, por llamarlo así, basado en perder el mayor tiempo posible a través de exagerados “piscinazos” y supuestas lesiones inexistentes.

Con esta dinámica, el Montehermoso, fruto de su acoso, consiguió acortar distancias con otro penalti, esta vez cometido sobre David Bartolomé que el árbitro, desastroso hasta el momento, no decretó, no así de nuevo su auxiliar, que fue quien marcó la pena máxima. Volvió a lanzar César, errando el disparo, pero recogiendo Cesita un balón de una serie de rechaces, enviándolo hábilmente a la red, estableciendo el 3-2 (min. 71). Tras esto, César recoge el balón de la portería para llevarlo al medio campo de nuevo, cuando se produce una agresión sobre él por medio del meta cauriense, quien, increíblemente, no se llevó ni siquiera la tarjeta amarilla cuando su acción sobre el rojillo, reglamento en mano, es de roja directa.

Aún así, hasta el final, el Montehermoso lo intentó con más corazón que cabeza, y pudo llevarse un premio con el partido casi agonizando si Toño no se encuentra con el portero local, en una gran contra montehermoseña, pero el tanteador no se movería más.

Una dolorosa derrota, más por la forma en que el partido se le fue al árbitro de las manos, que hace perder la imbatibilidad al único equipo invicto todavía en liga, pero que deja al Monte todavía líder, aunque ahora más cerca de sus inmediatos perseguidores.