El encuentro estuvo marcado desde el inicio por el fuente viento imperante en la capital de provincia. Con este panorama, todo parecía indicar que el juego destacaría por todo menos por su vistosidad. Y así sucedió, con lo que las ocasiones en este primer acto serían contadas y no representarían un peligro evidente para ambas escuadras. De este modo, el resultado gafas mandó a ambos equipos a la caseta.
La segunda mitad, sin embargo, dio más brio al partido y trajo consigo la verdadera salsa del fútbol. El viento siguió haciendo de las suyas, pero el partido ganó en intensidad. De esta manera, nada más salir de la caseta, comenzarían las ocasiones y sería el Montehermoso el que abriera la lata. El reaparecido David Bartolomé recoge un rechace repelido por el larguero y envía el balón a la red, poniendo el primero en el marcador (0-1, m.47). Sin embargo, poco le duró la alegría a la parroquia rojilla, pues poco después Toni empataría al rematar un balón proviniente de una falta desde el lateral (1-1, m.59). Aquí se le complicarían las cosas al bando rojillo, pues Elías se enzarza en una disputa absurda con el delantero, que recogía el balón de las redes para llevarlo al centro del campo, lo que motiva su expulsión, dejando a los del Alagón con 10 jugadores, cuando quedaba todavía un mundo por jugarse. También su entrenador David Salvo, que reaparecía tras su convalecencia, se marcharía a los vestuarios por protestar la expulsión.
Sin embargo, el conjunto rojillo no se amedrentó y consiguió, a pesar de su inferioridad, volver a adelantarse en el tanteador por medio de Fusky, que envía a la red el balón tras una sucesión de rechaces (1-2, m.67). Pero poco tiempo dura la alegría en casa del pobre, y el Ciudad de Cáceres encontró premio a su esfuerzo empatando a poco del final, cuando Laso bate de cabeza a Carlos, sustituto forzoso de Elías (2-2, m.82). De aquí al final, el Ciudad lo siguió intentando, pero el Montehermoso se llevó su punto de premio a pesar de las adversidades.