CP Montehermoso: Rubén, Jairo, Mikel, Samuel (Pulido m.36), Jesús Campano, Junior (Néstor m.51), Fran, Chumi, Miguel Lozano (Omar m.66), Miguel Cerezal y Mito.
CD Diocesano: Capea, Diego (Fernando m.67), Tomás, Victor, Carlos, Manuel, Héctor, José Antonio (Abuelo m.70), Edu (Holgado m.67), Jaime (Pablo m.60) y Javi.
Goles: 0-1: Jaime (m.3), 0-2: Jaime (m.26), 0-3: Edu (m.29), 0-4: José Antonio (m.34), 0-5: Pablo (m.75), 1-5: Pulido (m.78), 2-5: Mito, de penalty (m.83)
Árbitro: Alejandro Domínguez Paniagua (delegación de Plasencia), asistido en bandas por Eduardo Muñoz Pinero y Abel Bermejo Castro. Amonestó con cartulina amarilla a los locales Miguel Cerezal, Jairo, Fran y Jesús Campano y a los Jaime, Fernando y Abuelo. No hubo expulsados.
Incidencias: Partido correspondiente a la 22ª jornada del Campeonato de Liga de Regional Preferente de Extremadura, en su grupo 1, disputado en el Complejo Polideportivo Municipal de Montehermoso, ante algo más de un centenar de espectadores. Tarde despejada y agradable.
Crónica del encuentro: Nuevo traspiés montehermoseño en su lucha por intentar eludir los puestos peligrosos. Como sucediese en el encuentro de la primera vuelta, el Montehermoso no pudo contener la pegada cacereña, que en forma de rabiosa efectividad tumbó a las primeras de cambio los esquemas de un conjunto que aún no había digerido la abultada derrota de la semana anterior, encontrándose de bruces con otra que vuelve a mandarle a tiro de piedra de los puestos a evitar, y del que ahora sólo 4 puntos le separan.
La primera parte fue demoledora para el bando local. Este adjetivo resume a las claras lo acontecido en 45 minutos de pesadilla que comenzaron a tornarse fatídicos desde poco después del pitido inicial, cuando Jaime ya perforó las redes al rematar libre de marca un córner en el segundo palo. Varapalo inicial al que contestó Mito con un disparo alto desviado y poco después Chumi con otro que hizo lucirse a Capea, que desvió a saque de esquina. Un disparo que hubiese supuesto el empate pero que, cosas del fútbol hizo que en la siguiente jugada fuesen los visitantes los que consiguiesen el gol, que llegaría de nuevo por medio de Jaime. Éste, remataba de nuevo una falta colgada al área para poner un 0-2 que redondearía Pablo poniendo el tercero en el marcador poco después, cuando un nuevo fallo de la zaga local hacía que, a la media vuelta colocase el balón fuera del alcance de Rubén, ante la incredulidad de la grada. Un aplastante inicio que todavía no había visto su final, pues cuando los locales no se habían repuesto del mazazo, todavía llegaba un nuevo gol visitante, ante una defensa de circunstancias que volvió a hacer aguas y permitió que José Antonio se luciese con una vaselina que volvió a superar a Rubén, colocando el 0-4 que dejaba abatidos a los rojillos antes del receso.
El segundo acto comenzó con un Montehermoso que intentó despertar de su mal sueño, ante un conjunto cacereño que, tras hacer su partido se dedicó a soltar el pie del acelerador. Así, llegaron las ocasiones más claras, por parte de Mito y Néstor, esta última en un centro-chut que se envenenó y que hizo lucirse a Capea. Así pasaban los minutos, con un juego que perdió enteros por ambos bandos, y que solo cortó el Diocesano con contras muy peligrosas que acabaron en su último gol de la tarde, y que la suerte del vencedor hizo que llegara de forma anormal, cuando en una cesión de la defensa a Rubén, éste controló mal el balón, que avanzaba inexorable a la portería pero siendo frenado por el poste, aunque apareciendo allí el visitante Pablo para poner el 0-5 fuera del alcance del meta local.
Tras este despropósito de circunstancias, el Montehermoso despertó de su pesadilla y mostró su mejor cara, con unos minutos finales que maquillaron el abultado marcador con dos goles. El primero lo haría Pulido, jugador de categoría cadete, que consiguió un soberbio gol desde más de 35 metros, sorprendiendo a Capea, que introdujo el balón en su meta tras repelerlo el larguero. Y el segundo, el que cerraba el marcador, lo haría Mito, al transformar una pena máxima cometida sobre él mismo, para colocar el definitivo 2-5 que vuelve a poner en peligro los intereses rojillos en pos de escapar de los puestos de descenso de categoría.
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